jueves, 16 de junio de 2011

EL 15-M EN REPRESENTACIÓN DEL ESPÍRITU DE LA ESCUELA DE FRANKFURT

El 15-M ha sido todo un movimiento generado por la masa social española en reivindicación de establecer un sistema económico y político más justo. Como nos es constatado, nuestra España está sumergida en una profunda crisis generada por la actividad vil, desleal y despiadada de nuestros queridos burgueses en representación del sistema financiero en su globalidad.



Muchos de nosotros responsabilizamos a los mercados bursátiles de la quiebra de nuestro país, sin embargo, en realidad no es más que una parte de un gran todo. La bolsa, nuestro pensamiento, nuestros egoísmos, la política, la ciencia…son cómplices de la profunda herida que está aún sangrando en nuestro sistema basado en un Estado de bienestar.


Desde lo más humilde de mi intelecto, debo proceder a mi tesis de que en realidad cada uno de nosotros somos tan responsables como los vampiros burgueses de que el mundo se tambalee sacudiendo a los mercados, poniendo en un gran alto grado de manifiesto que en realidad vivimos inmersos en un pseudo estado de bienestar. Sin embargo, jóvenes españoles con una gran capacidad de reflexión han revitalizado y rescatado el espíritu Frankfurtiano de Adorno y Horkheimer.


¿Cuál es la enfermedad que ha diagnosticado el 15-M? ¿Cuáles son sus reivindicaciones? ¿Qué tiene que ver con el espíritu de Frankfurt y su flagrante análisis de nuestra sociedad?


Los albores de la configuración de esta escuela de Frankfurt a la que hago alusión se remontan a comienzos de los años 30 en Alemania cuando se le concede la Cátedra de Filosofía Social al pensador alemán, Horkheimer. Sus ilustres más representativos son, W.: Benjamín, Adorno, Horkheimer, E. Fromm, Marcuse, Pollock (un economista). Comenzaron a crear sucursales por toda Alemania y por Estados Unidos. En sus comienzos inician lo que denominan Crítica a la izquierda en la primera gran crisis del sistema capitalista en 1929 en el que la banca entro en una gran recesión y los partidos de izquierdas cobran más fuerza. Nos será beneficioso recordar, que durante esta década aún está en auge el marxismo ortodoxo de Marx. Justo aquí será el inicio de la crítica y el análisis político y económico de la cultura occidental, cuyos análisis siguen vigentes y pueden ser aplicados a nuestra sociedad actual en pleno siglo XXI.


El inicio y comienzo de la crítica de la izquierda que recojo emana completamente del resquebrajamiento del marxismo, el cual se centró en la lucha de clases entre el proletariado y los burgueses. El problema es que el marxismo ortodoxo se convirtió en un fuerte fundamentalismo. Totalmente rechaza el capitalismo librando una gran ofensiva al pensamiento ilustrado sin darse cuenta de que está cayendo en el lodo pantanoso del dogmatismo, y sin tener en cuenta los cambios históricos y sus fuertes demandas. La historia no demandaba un profundo rechazo al capital, tal y como ofertaba Marx, sin embargo, tampoco está aceptando esta escuela el sistema bancario actual. Pero mientras en la crisis del 29 los obreros estaban reivindicando sus derechos la Escuela de Frankfurt analizó en profundidad la enorme dificultad que tenía el obrero para convertirse en sujeto de la revolución.


El 15-M no ha caído en el fundamentalismo impuesto por nuestra izquierda que se ha aburguesado, ni por el dogmatismo del mercado globalizado. Sin embargo, nos revela dos de las teorías fundamentales que nos analizan Adorno y Horkheimer: el primero, la izquierda ha sucumbido a los encantos del egoísmo burgués, dado que los dirigentes del PSOE solo se centran en luchar en como pueden aumentar su propio bolsillo más y más, y también en hacer todo lo posible en no perder el poder sin importarles lo más mínimo los ciudadanos españoles . Segundo, el ciudadano ya no se posibilita como el sujeto de la revolución transformado en un ser-anestesiado o sonado como lo estaría un boxeador en un combate de boxeo.


La izquierda comenzó a velar y a interesarse por sus propios intereses tanto políticos y económicos, hecho que aún sigue vigente en nuestra sociedad española. Y mejor no hablar de la derecha política que solo protegen a sus burgueses. Pero de luchar por el obrero comenzó a librar una ofensiva para satisfacer sus propias necesidades partidistas, de este modo, surgieron los nacionalismos y el partido nazi. Por otro lado, resulta que los burgueses emplearon una estrategia ágil para desclasar al partido obrero. El mismo opresor que tenía esclavizado al obrero le da el poder de que el esclavo se convierta en amo. Los integrantes de la Escuela de Frankfurt se percataron de que los burgueses que ejercían su actividad empresarial en Alemania y en el exilio en Estados Unidos durante la II guerra mundial nos revelan un modelo burgués que comienza a elegir a simples obreros para controlar sus negocios. Así pues, el obrero pasa de ser un simple trabajador a ser jefe o cacique. La Escuela de Frankfurt, de este modo, comienza a buscar como sujeto revolucionario a estudiantes y profesores. Pero se topan con la técnica de la burguesía que consiste en eliminar la conciencia revolucionaria del mundo obrero; por eso es difícil que se conviertan en revolucionarios. Se impide la toma de conciencia del proletariado ensalzando al individuo sobre la clase. La burguesía busca des-clasar al individuo, el individuo busca su propio “éxito” social sin atender a los intereses de clase. Cuando el obrero pasa a ser burgués ya no lucha por sus compatriotas oprimidos, sino que comienza a luchar por sus propios intereses.


A todo esto hay que añadirle que comienzan los albores de Hollywood y la denominada era industrial en que se forja el mundo del glamur y el famoseo. Ahora surgen actores como grandes iconos en representación de nuestra cultura. Ahora el obrero quiere emular, ser como esos iconos, quiere ser famoso, quiere ser burgués, siente envidia de ser burgués y, de este modo, el obrero está más pendiente de cómo alcanzar esta meta que de luchar por sus propios derechos.


Creo que esta cuestión quedará más clara si realizamos un símil con nuestra época actual. Ahora la gente envidia a Rafael Nadal, Lionel Mesi, Shakira, y trata de emularla, sueña con ser como ellos. El currante solo piensa en salir de su miseria pero quiere hacerlo a través de imitar a estos grandes iconos o de convertirse en un burgués tocándole la bono-loto o tratar de alcanzar el mismo éxito de Nadal o Casillas olvidándose de luchar por sus propios derechos.


Sencillamente la burguesía ha ganado. La izquierda ha quedado desclasada, desfragmentada y solo sueña con entrar en el paraíso de la burguesía. El obrero ha caído en la misma trampa.


La trampa es muy eficaz. Es sabido que es imposible que todos seamos como Nadal, Casillas, Mesi o Shakira, muy a pesar de que la industria y la cultura occidental nos vende la moto de que sí podemos ser como ellos, pues sencillamente si toda la población mundial, es decir, 7,000 millones de personas alcanzaramos tal éxito, seríamos incapaces de generar tanta riqueza para que todos seamos ricos. Tampoco habría recursos naturales para mantener a tanto rico. Esto nos indica que por limitación de nuestra propia naturaleza es imposible que todos seamos completamente burgueses. Sin embargo, nos empeñamos en ello.


Muy a pesar de que el 15-M ha tenido un gran éxito, no hay que pasar por alto que la sociedad española se ve incapaz de ser un sujeto revolucionario por todas estas cuestiones que he planteado. El 15-M sigue siendo una minoría. Ante la panda de chorizos, los mercados que nos asfixian, 5 millones de personas en paro, 1,000.000 de personas que ya no tienen que llevarse ni un trozo de pan a la boca, y un mundo estructurado en que solo los integrantes de la lista Forbes poseen el 40% del capital mundial y dejamos a cerca del 60% de la población mundial en la extrema pobreza, la mayoría de los ciudadanos españoles aún están anestesiados por sus sueños burgueses y no se lanzan a la calle ante algo tan clamoroso como es la corrupción y el mercado podrido en el cual vivimos.


No obstante, el 15-M se ha convertido en el sujeto de la revolución que demandaba la Escuela de Frankfurt. Este movimiento ha tomado conciencia de que este mundo en manos de los burgueses nos lleva a la destrucción. Este consumo tan vil hace que consumamos los recursos naturales antes de tiempo. Poco a poco estamos destruyendo a la naturaleza. El hombre sin ella simplemente no puede subsistir. Todo para que unos pocos vivan a costa de unos muchos. Deberían de unirse todos los españoles frente a todos los problemas creados por los bancos burgueses. No obstante, siguen callados y persiguiendo sus propios intereses, tal como hacía y hace la izquierda, y el PSOE, (PENSIONISTAS SOCIALISTAS A COSTA DEL OBRERO ESPAÑOL de Z.Paro,) que siguen persiguiendo sus propios intereses y no lo de sus ciudadanos. El 15-M es el sujeto óntico de una revolución por un cambio necesario. Es de vital necesidad de que dejemos de fantasear con el hecho de ser burgués y de luchar por un capitalismo más justo y equilibrado. De luchar por nuestros derechos, el de los currantes y el de los más pobres, sobre todo los de África. Por tener una vivienda digna y un trabajo estable donde podamos desarrollarnos. Y luchar contra la corrupción política de derechas y de izquierdas que nos roban delante de nuestras narices y no hacemos nada. Si mirásemos de forma colectiva y no individual, si perseguimos el éxito de todos y no el éxito propio, toda la sociedad española estaría lanzada a la calle. Pero de momento el sujeto revolucionario se llama 15-M. Gracias a ellos, sabemos como no debe de ser el futuro. La solución pasa por obligar a nuestros gobernantes a cambiar las reglas de juego: mayor condena por imputaciones de corrupción, fuera los grandes privilegios de pensiones vitalicias, tasa a los bancos porque son el sujeto moral que ha causado el desplome, pedir responsabilidad política, etc. Para ello, hay que hacerlo de forma pacífica. Sin embargo, debemos de unirnos todos. No lo hacemos por la forma de desclasar de la burguesía. Para obligar y cambiar el cotarro debemos de negociar. Si fracasamos debemos de luchar paralizando la actividad del país si fuese necesario, pues sencillamente esta forma de gobernar nos traerá un futuro miserable. Como bien enseña el wushu chino el mayor enemigo es uno mismo. Nosotros, la voz del pueblo, debe de prevalecer. Si no hacemos nada, como hace el ciudadano español medio, estamos arrojados a una miseria sin precedentes. Por eso, también somos responsables en parte de este problema, pues la omisión y el no hacer nada pueden costarnos muy caro. Si no protestamos también somos cómplices de todos los males que se están gestando.


El 15-M ha tomado conciencia de todos estos problemas en representación del espíritu de Frankfurt que en el fondo buscaba un equilibrio en el mercado, y que es lo que se demanda. No sabemos como será el futuro, pero si sabemos como no tiene que ser.













4 comentarios:

  1. Creo que esto ya funcionaaaa. Elegir mi cuenta de kitaro si os la pide de google para dejar un comentario.

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  2. Simplemente genial. Mucho animo¡¡¡

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  3. ...eres todo un poeta, pero recuerda, solo somos animales.

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