El nuevo poder de finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI son los medios de comunicación. Estos proceden a la configuración del pensamiento del ciudadano. En cualquier caso, resulta que la opinión pública no es una opinión reflexionada, más bien es una reflexión encopetada, preparada, manipulada. La opinión pública es una opinión mediática. El ensamblaje del pensamiento de cualquier ciudadano está estructurado bajo las noticias enculumbrantes de los diarios y que forman parte de la radio o televisión nacional. Detrás de cada noticia hay un interés individual y no colectivo. Por ello, como bien es sabido, si uno lee el periódico La Razón le están manipulando con ideas de cierta ideología política; si uno hace lo propio con El Pais o El Público le están manipulando con ideas de otra ideología. El ser humano es lo que denominada, Giovani Sartori, el HOMO VIDENS, el hombre que todo lo ve. Solo opina de lo que ve en la tele sin reflexionar y sin buscar información adicional en libros o investigaciones.
En nuestro país últimamente estamos decayendo en objetividad. En los últimos días podemos ver como en Telemadrid manipulaban sus noticias con imágenes de las trifulcas en Grecia haciendolas pasar por imágenes ocurridas en España. La razón empleando el Photoshop para barrer a gente de las fotos para decir que las manifestaciones del 15-M no hubo tanta gente. Tan solo son unos ejemplos de como la opinión pública es en verdad una opinión prefabricada de antemano. El ciudadano no piensa y es muy fácil de engañarlo. En cualquier caso, los medios están al servicio d elos burgueses y de sus propios intereses no para servir al pueblo ni al ciudadano, más bien para idiotizarlo.
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